«La búsqueda de la felicidad se transformó en mi prioridad y hasta hoy representa la piedra angular con la cuál tomo las decisiones en mi vida»
Él es Pablo, algunos tendrán sus propias maneras de llamarlo pero, para aquellos que no lo conozcan, y forma parte del equipo de Vida Chiropractic, tiene muchos años ayudando a personas en su práctica (oficina) y reflejando sus ideales de hacer de este mundo mejor. Desde que inició la media, comenzó a darse cuenta de su deseo de ayudar a más personas a evolucionar desde su interior. Sus primeras opciones de estudios superiores siempre estuvieron relacionadas con la salud, pero, a pesar de saber internamente que esa era su vocación, algunas opiniones externas hicieron que, por un momento, dudara de su objetivo.
En el año 2006, comenzó a estudiar Ingeniería Civil en Minas y describe esta época como: «una de las etapas más confusas que me ha tocado vivir. Tuve la oportunidad de conocer a personas que me acompañan hasta el día de hoy, pero también conviví con realidades que eran lejanas en mi época escolar». Durante sus estudios, se dio cuenta que tenía más afinidad para aprender a generar consciencia social y cómo crear comunidad sobre un tema de interés para las personas.
Durante su período como estudiante, no veía un objetivo en lo que la carrera tenía para ofrecerle a futuro, es por esto que, decidió abandonar todo lo que había hecho para comenzar a estudiar kinesiología y poder hacer algo que se acercara al menos un poco a lo que realmente deseaba.
Fue su primera carrera relacionada con la salud, que representó volver a conectarse con sus propósitos. Tomar la decisión de estudiar esta carrera fue una de las formas de enfrentar el miedo hacia nuevas experiencias y de experimentar el «fracaso». La kinesiología fue su puerta de acceso para poder estudiar quiropráctica y comenzando su cuarto año de carrera, cursando sus internados, finalmente podía decir que estaba estudiando la carrera que siempre había querido estudiar. Durante ese período, se le presentó la oportunidad de hacer parte de sus pasantías en la Universidad Estatal del Balle de Ecatepec (UNEVE) en México, una universidad que no solo es una de las pioneras en la materia en ese país, sino que contaba con sofisticadas y modernas instalaciones, además de una gran cantidad de personas que diariamente asisten para ser ajustadas.
Regresó a Chile con una perspectiva más fresca y amplia sobre todo lo que había aprendido en el exterior, lo cual define como «el verdadero comienzo de mi carrera como quiropráctico». Afirma que la quiropráctica viene a romper paradigmas en cuanto a salud y bienestar, y representa una nueva manera de poder ayudar a la humanidad con el objetivo de cultivar nuevos entendimientos sobre el organismo y cómo este tiene la posibilidad de sanar y evolucionar naturalmente.